Las estadísticas no son alegres: de los 20 a los 40 años, las mujeres aumentan en promedio 10 kg y cuando se acercan los 50, la mitad se queja de haber subido por lo menos 3 kg más.

Las «flacas» tampoco se salvan y tal vez tengan tendencia a engordar a partir de cierta edad. No es un drama tener unos kilos de más y tampoco representan un peligro para la salud: podemos aceptarlos perfectamente.

Sin embargo, desde un punto de vistas psicológico, no siempre es así; como ocurre en la adolescencia, los cambios del cuerpo asustan. En cuanto notamos un kilo de más, sentimos pánico y nos lanzamos por nuestra propia cuenta a una dieta anárquica, cuando sería más sensato consultar a un médico, al menos para estar seguras.

No obstante, si usted ah sido siempre delgada, existen grandes posibilidades de que resuelva el problema por si misma. Es muy probable que tenga buenos hábitos y que no se deje llevar por sobre consumo, ya sea por que acostumbra comer como pajarito o por que sabe compensar los excesos antes de que estos vallan a parar a sus caderas.

Si ese es su caso, no tiene que preocuparse por la edad; sin duda, usted hará parte del 50% que no engorda cuando se acerca a los 50.

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