Alimentación Balanceada = Felicidad

Significa evitar el exceso de grasas, harinas y almidones, y dar importancia al consumo de frutas y verduras y beber mucha agua. Es importante no exagerar en la cantidad de comida. El refrán popular dice: “desayunar como rey, almorzar como rico y cenar como pobre”. También otros refranes resaltan la importancia de la alimentación: “la salud entra por la boca”, “somos lo que comemos”, “mal ayuna el que mal come”, o “al que come sin ton ni son, pronto le tañera de la campana el son”. Sin duda alguna, hay una estrecha relación entre el alimento y la salud, y entre estos y la felicidad que experimentamos.

Para comprender la importancia que tiene una buena alimentación, es necesario conocer las substancias nutritivas y su función dentro del organismo. Los nutrientes están en los alimentos que la naturaleza nos da, pero ninguno de ellos contiene todos los elementos que necesitamos para una buena nutrición. Una nutrición adecuada implica ingerir alimentos indispensables para tener un nivel óptimo de salud. Es necesario, por tanto, consultar a un especialista en dietas que nos indique lo que más nos conviene a cada uno.

Si tenemos una dieta correcta, tendremos una buena alimentación. La dieta correcta debe tener las siguientes características:

• Completa: todos los nutrientes
• Suficiente: según edad, peso, talla y actividad
• Equilibrada: los nutrientes en proporciones adecuadas
• Inocua: libre de bacterias
• Variada: que esté integrada por nutrientes de los diferentes grupos de alimentos

La verdad es que aunque piense que puede encontrar la felicidad en un plato de comida y que esta pueda solucionar sus problemas (ya sea el estrés laboral, la ansiedad o el sentimiento de soledad) necesitará explorar otras vías para satisfacer sus necesidades.

Como sabemos, cuando una persona decide hacer dieta se centra totalmente en los alimentos. Al sentirse siempre con hambre, saborea cada comida y cada tentempié, pasando unas cantidades de tiempo increíbles pensando en la próxima vez que comerá. Es algo normal en el ser humano, pero tiene que lograr cambiar su pensamiento y su energía y dedicarlos a otras áreas.