Alimentación sana en la tercera edad

Las personas de 65 años en adelante deben mantenerse en forma y sanos, debe ser su objetivo principal en su alimentación. En esta etapa de la vida son más susceptibles de desarrollar enfermedades crónicas, lo que significa un mayor apoyo. Este grupo presenta una mayor tasa de crecimiento en la sociedad y tiene necesidades nutricionales más específicas.

NECESIDADES NUTRICIONALES.

Los requerimientos energéticos del organismo disminuyen con la tercera edad, particularmente si hay poca actividad física. A pesar de ello, el cuerpo sigue requiriendo las mismas cantidades de proteínas, de vitaminas y minerales, por ello, es importante que los alimentos sean densos y nutridos desde el punto de vista saludable.

GRASA.

La ingesta de grasa se debe restringir, en especial las saturadas (origen animal), contribuyendo así a mantener la salud cardiovascular, continua siendo un excelente consejo para ellos que están bien y en forma. Después de los 75 años, no se debe restringir la misma cantidad de grasa de la misma forma y menos para aquellos que son frágiles, sufrieron una muy fuerte baja de peso o tienen poco apetito. En estos casos la grasa adicional puede ser usada para aumentar las calorías en las comidas, de modo se gana algo de peso también.

FIBRA.

Muchos ancianos sufren de estreñimiento y otros problemas intestinales. Para ayudar a minimizar estas situaciones, se deben consumir cereales, frutas y verduras, pero la exagerada ingesta de fibra no es la respuesta, ya que pueden interferir en la absorción de otros nutrientes esenciales. Se debe consumir bastante líquidos, preferiblemente agua, aproximadamente 6 vasos al día.