Cambios en el músculo esquelético, la clave
Según estudios en el Instituto Karolinska (Suecia), el ejercicio aumenta en el músculo esquelético la proteína PGC-1ª1 y las enzimas KAT, que convierten a la sustancia formada durante el estrés (quinurenina) en ácido quinurénico, la cual no es capaz de pasar de la sangre al cerebro y funciona como un mecanismo de protección contra la depresión. La clave está en la función de estas sustancias en el musculo esquelético en lugar de dirigirse al cerebro.
Con el ejercicio se generan muchos cambios bioquímicos en el musculo esquelético, los cuales provocan un efecto de desintoxicación que protege el cerebro de la depresión, así como los bajos estados de ánimo.
Cuando se realiza actividad física intensa y regular, por lo menos tres veces a la semana durante 60 minutos, se liberan endorfinas, aumentando así el estado de bienestar y disminuye la sensación de dolor emocional. El ejercicio es un antidepresivo natural, porque estimula las funciones de la norepinefrina, neurotransmisor que mejora el estado de ánimo.
Para obtener los beneficios del ejercicio como antidepresivo es necesario activarse, manteniendo rutinas de resistencia y aeróbicas, de tres a cinco veces por semana con una duración de 45 a 60 minutos.