Diente de León
Las hojas tiernas y frescas se emplean como depurativas de la sangre: la enriquecen con glóbulos rojos y le eliminan el ácido úrico. El látex se utiliza como remedio tópico para desvanecer las verrugas. La decocción de la raíz seca y pulverizada se emplea como laxante suave, diurético y colagogo. Es considerada un remedio eficaz contra las afecciones hepáticas, enfermedades del riñón y de las vías urinarias, putrefacciones intestinales, estreñimiento, ictericias, obesidad, gota, reumatismo, arteriosclerosis, erupciones de la piel, cólico de los riñones, vesícula e hígado, agrieras, desordenes estomacales y como regulador de la tensión arterial. La decocción de las hojas frescas se utiliza como estimulante, sudorífico, tónico, diurético, estomáquico. Se emplea, además, en casos de constipación. La decocción de las flores se utiliza en lavados y para limpiar la piel.