Equilibra el estrógeno para controlar tu peso, estado de animo, para fortalecer los huesos, el corazón y la memoria.
El estrógeno es una curiosa hormona que afecta a todos los sistemas del cuerpo: los huesos, los sistemas cardiovasculares y reproductores, y el cerebro.
Muchas personas creen que el estrógeno es una hormona femenina, pero los hombre también la necesitan, aunque en dosis mucho. Pequeñas. Cuando la mujer empieza a menstruar, los niveles de estrógeno comienzan a subir y bajar de forma cíclica. En uno ciclo normal de veintiocho días, el estrógeno sube y baja, como una ondulante colina, dos veces.
Entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años, más o menos cuando la mujer entra en la peri menopausia, el sistema hormonal no funciona con la misma eficacia, y se empiezan a producir cambios en su patrón. En lugar de suaves subidas y bajadas, el estrógeno sube repentinamente y baja con la misma contundencia justo antes de que empiece la menstruación, lo cual puede provocar graves síntomas de peri menopausia. Este efecto de sierra de pasar del dominio del estrógeno a su retirada no tiene nada de divertido, y puede hacer que la mujer parezca loca, literalmente. En un estudio se descubrió que le 40% de las mujeres remitidas a centros mentales ingresaron durante los dos días anteriores al inicio del periodo. Cuando se produce la menopausia, el estrógeno se encuentra en pleno proceso de retirada, con los efectos consiguientes en el peso, la función cognitiva y la salud en general.
Los científicos concluyeron que una deficiente señalización del estrógeno, que se puede producir durante la menopausia, tal vez sea la causa del aumento de peso y la obesidad que se dan en ese periodo. Durante la peri menopausia y la menopausia, el estradiol empieza a disminuir, y se pierden sus cualidades protectoras.
Signos comunes de la falta de estrógeno. Razonamiento confuso, problemas de concentración, depresión o mal humor.
Dominio de estrógeno. Un alto nivel de estrógeno unido a un bajo nivel de progesterona puede provocar unos periodos más pesados, contracciones espasmódicas del útero y unos ciclos más cortos. En algunas mujeres, esto se traduce en una menstruación que aparece no acabar nunca.
Signos comunes del dominio del estrógeno. Aumento de peso, retención de líquidos, va autoritarismo, conducta agresiva y depresión.