¿Es importante el lugar donde se deposita la grasa?

Si. La grasa es mucho más que un mero conjunto de células que limitan a almacenar energía en forma de moléculas denominadas triglicéridos. La grasa que se deposita justo debajo de la piel (grasa subcutánea) especialmente en las caderas, muslos y glúteos de las mujeres en edades premenopáusicas, además de dar un contorno muy característico al cuerpo, constituye una reserva de energía destinada a afrontar periodos de mayor necesidad calórica, como el embarazo y la lactancia.

Un exceso de grasa en estas zonas da lugar a la denominada obesidad ginoide o periférica, que, pese a los reparos estéticos que puede presentar, no reviste ningún riesgo grave para la salud.

Sin embargo la acumulación excesiva de grasa en el interior del abdomen, así como la infiltración en los músculos y vísceras, conocida como obesidad abdominal, androide o central, que se produce en hombres y en mujeres a partir de la menopausia, ocasiona problemas importantes de salud.

Un modo sencillo de comprobar si se padece obesidad abdominal o no, consiste en medir el perímetro de la cintura (PC): superar los 88 cm en el caso de las mujeres o los 102 cm en el de los hombres, será diagnostico.

De todos modos, conviene tener en cuenta que estos valores, al igual que los empleados en el Indice de Masa Corporal (IMC), son relativos y que el mero hecho de estar por debajo de ellos no implica estar libre de riesgo. Un varon con un PC de 100cm, por ejemplo, debería tomar medidas al respecto, ya que, de hecho, el peligro para la salud comienza a aumentar a partir de los 94 cm en el caso de los hombres y de los 80 cm para las mujeres.