Estética: Higiene Facial
La higiene facial consiste en la limpieza, desintoxicación y equilibrio del ph de la piel, remueve las células muertas y las espinillas, tonifica los músculos del rostro gracias a los masajes. Aunque limpiemos nuestra piel todos los días, quedan restos que exigen una limpieza más profunda, esta limpieza profesional es un complemento de lo que hacemos en nuestra casa a diario. No importa el tipo de piel, si es normal, seca, grasa, deshidratada o mixta, cada una necesita de procedimientos para su cuidado y la higiene facial se encarga de todo tipo de piel.
Durante el proceso de la higiene se extrae restos de maquillaje, células muertas y puntos negros. Al final, es colocada una máscara con los principios activos que la piel requiera. Este procedimiento no es agresivo, cuenta con varias etapas en las cuales se destaca el pulido, emulsión y descongestión, extracción y nutrición de la piel.
Al terminar este procedimiento, la piel está preparada para aprovechar al máximo las propiedades de los cosméticos que se usan a diario. Con la higiene facial también se eliminan toxinas, se reduce el acné, relaja y mejora la circulación del rostro, dejando la piel.
Dependiendo el tipo de piel, la persona puede realizarse este procedimiento mínimo una vez al año. Para pieles normales puede hacerse la limpieza de cutis cada tres o cuatro meses, las pieles maduras o muy secas lo pueden realizar cada seis semanas como mucho, porque su piel amerita más cuidado y las pieles problemáticas pueden necesitar una limpieza mucho más a menudo.