Factores que Intervienen en el Comportamiento Humano
Aun limitándonos a lo relacionado con la alimentación y el peso, encontramos que, por un lado, influirá su peculiar dotación genética, que determinara aspectos básicos como su tamaño corporal, su metabolismo basal (gasto energético en reposo) o su capacidad para la absorción de determinados nutrientes, por poner únicamente algunos de los muchísimos ejemplos posibles. Por otro lado, el grupo cultural al que pertenece, del que ha aprendido, entre otras muchas cosas, a valorar como más o menos deseables determinados alimentos, una determinada estética, o la importancia que ha de concederle al mantenimiento de la salud. Además, influirá su experiencia familiar, gracias a la cual ha aprendido a cocinar de una determinada manera, a llevar una vida más o menos sedentaria…
Su situación económica fijara el tipo de alimentos que puede adquirir, su nivel cultural los conocimientos que posee sobre los nutrientes de los diferentes alimentos. El tipo de trabajo que realiza determinara en buena medida el gasto energético diario. Las personas con las que convive le afectarán a la hora de sentirse más o menos a disgusto con su apariencia física, etc.
Es tan elevado el número de variables que influyen en una persona, y en concreto en que un determinado ser humano padezca de obesidad, que bien podemos decir que existen tantos casos de obesidad como obesos. O lo que es lo mismo, que la explicación, y la solución, de un caso de obesidad nunca es exactamente igual a la explicación y la solución de otro.
A pesar de la inmensa complejidad de la psicología del ser humano, así como de las relaciones entre personas, resulta imprescindible, para la divulgación y el mejor entendimiento de los factores que influyen en que una persona esté obesa y/o que no pueda adelgazar eficazmente, que estas cuestiones psicológicas e interpersonales es mejor tratarse por separado, ya que la falta de amor puede estar detrás de una ingesta excesiva, o de la forma en que un hombre puede dificultar sutilmente el régimen de su esposa, o bien de cómo la depresión puede alejarse temporalmente exagerando la ingestión de ciertos alimentos; pero aunque estas explicaciones, y en algunos casos los ejemplos que las acompañan, se expongan como aspectos claramente diferenciados, nada impide que, en la realidad de muchas personas, estas causas se entremezclen, y así, por seguir con los mismos ejemplos, una mujer puede sentirse poco querida, lo que la acerca peligrosamente a la depresión, mientras que el esposo sabotea además sus intentos por adelgazar.