¿Por qué Nuestro Peso es Inestable?

Una vez descartadas las causas geneticas o médicas que pueden predisponer a la obesidad, el mecanismo por el cual ganamos peso es igual para todas las personas y se basa en algo tan simple como el consumo y gasto de energía.

Nuestro cuerpo necesita energía para mantenerse sano, reconstruirse, realizar actividades… La manera a través de la cual consigue esa energía es la alimentación. El cuerpo, para estar preparado para momentos en los que no realicemos un aporte calórico, almacena la energía sobrante transformándola en grasa, que destruirá para volver a transformarla en energía en el momento en que la necesitemos. El problema surge si todos los días realizamos un aporte de energía excesivo que el cuerpo no necesita. En esos casos, la grasa va acumulándose, haciéndonos ganar peso.

Para comprenderlo mejor imaginemos que nuestro cuerpo es una alcancia. Si vamos metiendo dinero y no sacamos nunca, irá acumulándose. Si sacamos continuamente y metemos poco, se gastará. Con nuestro cuerpo sucede lo mismo. Si nuestro aporte calórico es siempre excesivo y llevamos un ritmo de vida sedentario, todos los días “ahorraremos” un montón de energía que el cuerpo guardará en forma de kilos de más. La única manera de acabar con ese exceso de peso es meter menos, reduciendo las calorías ingeridas, y gastar más, a través del ejercicio físico.

Veámoslo con un ejemplo:

• Imaginemos que la cantidad de calorías que tu cuerpo necesita para mantenerse y sobrevivir es 1600 y que con tu ritmo de vida, completamente sedentario, sólo necesitas otras 400 calorías más. Esto haría un total de 2000 calorías diarias necesarias para mantenerte.

• La media de calorías que ingieres al día es de 3000 (no es tanto si consideramos una dieta rica en refrescos, azucares e hidratos de carbono, tan habitual hoy en día)..
• Esto quiere decir que cada día estás ahorrando 1000 calorías. Si tenemos en cuenta que cada 7000 calorías supone engordar un kilo más, llevar este ritmo de vida puede suponerte un kilo más a la semana.
• Si, por el contrario, reduces tu ingesta a 1500 y haces ejercicio por valor de 500 calorías más, estarías “derrochando” 1000 calorías diarias, lo que te permitiría perder un kilo semanal.

Aunque explicado como una simple cuestión de matemáticas puede parecer muy sencillo, reducir y controlar el peso resulta mucho más complicado, cuando lo hacemos sin orientación, en Nuestro centro de Nutrición y Estética Integral, hemos tenido éxito en nuestros tratamientos porque son personalizados de acuerdo a la necesidad de cada paciente.  {jcomments on}