La Ansiedad
Finalmente te decidiste. Ya nada te queda en el clóset y sabes que con 10 kilos menos tu vida será distinta.
Sales y compras tu pan integral, el pollo deshuesado y varios potecitos de yogur light. Es el día perfecto —es lunes— y todos en tu casa están avisados: “Nada de sólo pruébalo o un poquitico no va hacer nada”. Esta vez va en serio. Vas a hacer dieta.
Sólo que no has podido sacar una cosa de tu mente:
LA ANSIEDAD
Muy a menudo, la ansiedad por la comida es producida por factores como el estrés o el exceso de preocupaciones. En este caso hemos de reflexionar si ese tema tiene solución y si no la tiene, ver que cambio de actitud podemos tomar nosotros.
Cuidado con los bajones de azúcar o glucosa
Las personas que padecen ansiedad por la comida deberían de tomar un poco de proteína en cada comida ya que a menudo lo que hay detrás es una Hipoglucemia y esas subidas y bajadas de azúcar (glucosa) en la sangre son las responsables de los ataques de hambre.
Las proteínas las tenemos en el pescado, la carne, el queso, el pollo.
Sintiéndonos satisfechos de nuestra vida tendremos un mayor control sobre lo que comemos ya que no dependeremos de algo externo para sentirnos por fin satisfechos.
Comer es una solución rapida, en el momento calma nuestra ansiedad pero más tarde (a la mañana siguiente sobre la báscula) nos arrepentimos. Hay que evitar ese círculo vicioso para sentirnos bien con nosotras mismas tanto a nivel físico como mental.
- Distraerse: se habla mucho del estrés. Tenemos mil cosas en la cabeza y llegar a cumplir con todo es agobiante. Antes de empezar a picar o atacar la caja de bombones, hay que distraerse: llamar a una amiga, enviar mensajes por Twitter , hacer un paréntesis y salir a tomar el aire. Cambiar la comida por leer un libro, conversar, hablar por celular, invéntate cualquier excusa pero mantente distraído.
- Anota tus momentos de debilidad: recomiendan llevar una agenda donde anotes cuándo surge la ansiedad y la necesidad de comer por hambre emocional. Saberlo te hará ser más consciente del problema y te ayudará a controlarlo.
- Comer con consciencia: Debido a que todo se todo se aprende. Se ha comprobado que cuánto más consciente eres, mayor es la fuerza de voluntad.
- Hacer ejercicio: todas sabemos los numerosos beneficios de practicar algún deporte o realizar ejercicio físico para nuestra mente. Una vez más, lo recomiendan para relajar y calmar esa ansiedad que nos hace abrir la nevera sin tener hambre. El ejercicio fortalece los poderes ejecutivos del cerebro, controlarse y luchar contra la tentación es más fácil. Caminar, bicicleta, Pilates, TRX.
- El último consejo es dormir bien y las suficientes horas. La falta de sueño no ayuda nada, la mente es más propensa a la depresión, a la angustia y nuestra fuerza de voluntad se debilita. Estudios sobre el tema afirman que las personas con falta de sueño comen en exceso.
Ya no tienes excusas para dejarte sabotear por la ansiedad! Así que toma nota de nuestras recomendaciones e inicia el cambio hacia una vida saludable!