La importancia de masticar bien los alimentos

Muchas veces no tenemos tiempo para las actividades cotidianas y entre esas comer, pero algunas veces se convierte en hábito hacerlo de manera rápida, que cuando tenemos tiempo se nos olvida masticar bien las comidas. Existen puntos importantes cuando masticamos adecuadamente los alimentos, ya que nos garantiza no comer en exceso. ¿A qué se debe?

Favorece una excelente digestión.

Una razón primordial del porque es importante masticar bien los alimentos es porque este proceso facilita la digestión, reduciendo la posibilidad de pesadez estomacal, gases y dificultades gástricas.

Cuando masticamos, nuestra saliva a través de sus enzimas, favorecen la formación del bolo alimenticio, lubricando y con la ayuda de los dientes desintegrando la comida, para que cuando llegue al estómago podamos digerir mejor y disminuir su trabajo y así hacer las digestiones más livianas y rápidas.

Ayuda a digerir los nutrientes.

El proceso de la lengua en segregar enzimas para formar el bolo alimenticio, hace que cuando esté dentro del estómago se pueda separar mejor los nutrientes, aprovechando al máximo los beneficios de la alimentación.

Cuando no masticamos como se debe este proceso se dificulta, ya que se vuelve lenta la digestión y así no será capaz de aprovechar de manera efectiva los nutrientes de cada alimento ni separar las sustancias toxicas de estos. Esto favorece al almacenamiento excesivo de toxinas en el cuerpo.

Comemos menos.

Al masticar muchas veces los bocados de comida que ingerimos, mandamos señales a nuestro cerebro de lo que estamos consumiendo, así recibimos más rápidos las señales que indican que estamos saciados y por lo tanto reducimos la cantidad. Estudios afirman que las personas que comen en ambientes tranquilos y mastican por más tiempo, tienen menos riesgos de padecer de sobrepeso u obesidad.

Disfrutamos del sabor.

Esto se debe a la segregación de la saliva. Cuando comemos muy rápido nuestras papilas gustativas no son capaces de detectar los sabores y así no potencializamos por completo el gusto y no disfrutamos de lo que estamos comiendo.

Sufren nuestros dientes.

Se incrementa la caries, porque una buena segregación de saliva evita que los alimentos se queden adheridos en nuestros dientes y nos ayuda a regular el pH en la boca.

Oxigena el organismo.

Este proceso de masticación ayuda a la oxigenación del cuerpo, incluyendo el cerebro haciéndonos estar más atentos y de buen humor.

Previene enfermedades.

Bajan los trastornos gástricos como la gastritis o el colon irritable, reduce la tensión al comer ya que nos obliga a alimentarnos de modo lento.