La indigestión en nuestro organismo
La indigestión puede ser síntoma de una enfermedad estomacal o intestinal, o puede ser una enfermedad estomacal o intestinal, o puede ser una enfermedad en sí misma. Entre los síntomas de la indigestión están gases, dolor abdominal, ruidos estomacales, sensación de llenura, eructos, nauceas, vomito y sensación de ardor después de comer.
Tragar aire – bien sea por masticar con la boca abierta, por hablar mientras se mastica o por engullir los alimentos- puede producir indigestión. Tomar líquido junto con las comidas también contribuye a este problema porque diluye las enzimas que se necesita para la digestión. Algunos alimentos y bebidas, entre los cuales están alcohol, vinagre, cafeína y alimentos grasosos, muy condimentados o refinados, causan indigestión porque irritan el tracto digestivo. Otros factores que causan indigestión o que contribuyen a ella son obstrucción intestinal, mal absorción, ulcera péptica y alteraciones del páncreas, el hígado o la vesícula biliar. Las alergias y las intolerancias alimentaros (como la intolerancia a la lactosa) también causan indigestión.
Cuando los alimentos no se digieren adecuadamente se pueden fermentar en el intestino, lo que produce dióxido de hidrogeno y dióxido de carbono. Los alimentos con un alto contenido de carbohidratos complejos, como los granos y las legumbres, son los principales responsables de los gases, pues son difíciles de digerir y, por tanto, dejan partículas sin digerir en las cuales actúan las bacterias intestinales. La falta de enzimas digestivas también puede producir trastornos intestinales. La indigestión suele ir acompañada de acidez estomacal.
Por tanto sigamos las recomendaciones y disfrutaremos de una buena digestión.