La Sábila
Se usa para curar quemaduras, llagas, dermatitis, infecciones, ulceras intestinales, afecciones hepáticas e intoxicaciones.
La planta está formada por pencas en cuyo interior se encuentra una sustancia amarga llamada acíbar, que se emplea en la preparación de medicinas laxantes o purgantes; estimula la circulación, calma los nervios, alivia la sudoración, el reumatismo, dolores de cabeza y quita el mal aliento (masticando las hojas).
Contiene el 96% de agua, que provee a los tejidos lesionados, 4% restante de la pulpa contiene carbohidratos complejos en donde se encuentran enzimas, micro-azúcares, una proteína que contiene 18 aminoácidos, vitaminas y minerales. La mezcla de los ingredientes activos del aloe es la llamada aloína y se obtiene de la savia que se encuentra en la hoja. La aloína es la sustancia que posee las cualidades curativas de la planta.
No conviene a las embarazadas. Su poder cicatrizante se debe a su riqueza en aloectina, la cual estimula el sistema inmunológico. El cristal de la sábila sirve para combatir refriados y gripas y en general los problemas del sistema respiratorio. Alivia los dolores de las hemorroides y las ulceras estomacales. {jcomments on}