Los Minerales
Las sales minerales son indispensables para nuestra salud, una alimentación rica en verduras, cereales integrales y frutas nos asegura un total aporte de los minerales que necesita el organismo.
Los principales minerales, cuya presencia es esencial son:
- Calcio: Es el más importante de los minerales. Constituye aproximadamente el 2% del peso medio del cuerpo. Su ausencia motiva descalcificación, artrosis, raquitismo, altos índices de caries, alteración del sistema nervioso, predisposición a infecciones.
- Azufre: Su papel más importante es de limpiador y desintoxicador del organismo. Se halla asociado a las proteínas en todas las células y en pequeñas cantidades circulando por la sangre, en forma de sulfatos. Su ausencia motiva predisposición a infecciones intestinales, reumatismo, arteriosclerosis, gota y trastornos hepatobiliares. Es fundamental para el tejido epidérmico. La queratina, gran protectora del cabello y la piel es rica en azufre.
- Cinc (Zinc): Es un elemento esencial que se halla en el páncreas e interviene en la formación de glóbulos sanguíneos. Es importante para el sistema inmunológico junto con el cobre y el magnesio; metabolismo de proteínas, fosfatos y vitaminas B1; participa en el ADN, desarrollo de órganos reproductores. Útil en diarreas, esterilidad, debilidad general, temblores, retardo en cicatrizaciones.
- Cloro: Llega al cuerpo en combinación con el sodio, como cloruro sódico. Constituye el medio ácido de la digestión en el estomago. Es importante en la sangre y hasta se encuentra en las lágrimas y el sudor. Su ausencia motiva deshidratación y alteraciones en los jugos gástricos. Se encuentra fundamentalmente en los líquidos extra-celulares, con mayor concentración en el líquido cefalorraquídeo.
- Cobre: Participa en la formación de huesos, dientes, articulaciones y tejidos, intervienen en el mecanismo de regulación de la temperatura corporal y coloración del cabello. Conjuntamente con el zinc (cinc) es fundamental en el sistema inmunológico y favorece los mecanismos de absorción intestinal.
- Flúor: Se encuentra en la avena, espinaca, cebolla, ajo, remolacha, manzanas.
- Fósforo: Después del calcio esta es la sal mineral con más presencia en el cuerpo. Interviene en la formación de los dientes y huesos, metabolismo óseo, calcio y azucares, reparación de paredes celulares, producción de energía y actividad de nervios y músculos. Su ausencia motiva raquitismo, debilidad muscular, problemas nerviosos y disminución del trabajo cerebral.
- Hierro: Forma parte de la hemoglobina y funciona en la asimilación de nutrientes. Es un elemento esencial, desempeña funciones catalizadoras y de transporte de oxigeno. Su ausencia es causa de anemia, fatiga e infecciones, para muchos expertos su carencia favorece la aparición de cáncer. Su exceso da lugar a la hemocromatosis, afección poco común que se manifiesta en cirrosis hepática, diabetes, y una característica pigmentación cutánea.
- Magnesio: se encuentra especialmente en la sustancia gris del sistema nervioso. Actúa en el metabolismo de proteínas, azucares, vitaminas función en el ADN y ARN, balance ácido. Básico en el crecimiento, velocidad de reflejos, resistencia física. Asociado con el calcio y fósforo forman parte de los huesos y dientes. Combinado con el potasio tiene un papel importante en la fecundación; influye notablemente en los cambios nutritivos. Su ausencia motiva agotamiento mental, físico, sexual y muscular, excitación nerviosa, problemas de piel, obesidad, reumatismo, hipertensión, desnutrición, colitis, estreñimiento y taquicardia.
- Manganeso: Fundamental en la producción de hormonas sexuales y hemoglobina, metabolismo de las vitaminas B, E, grasas y carbohidratos; biosíntesis del colágeno y la albúmina del tejido conectivo. Junto con el zinc y el cobre, fortalece el sistema inmunológico.
- Potasio: Los alimentos ricos en potasio son ante todo diuréticos. Tiene una fuerte acción deshidratante ya que provoca eliminación abundante de sodio, es decir de agua. Se encuentra principalmente en los líquidos corporales libres, incluida la sangre, en las células de los tejidos y principalmente en los cartílagos y músculos; de ahí su importancia en la actividad muscular. La carencia causa pelagra, escorbuto y epilepsia; también influye en los cambios nutritivos: desnutrición, adelgazamiento, pérdida del apetito, digestiones lentas, estreñimiento.
- Silicio: Es importante para la formación de huesos y dientes, elasticidad de ligamentos y en el tejido conectivo, metabolismo de las vitaminas A y D. Su ausencia motiva osteoporosis, descalcificación, fracturas, atraso en el crecimiento infantil, mala visión nocturna.
- Sodio: Importante en la contracción y relajación muscular y en el pulso cardiaco. Su ausencia causa debilidad, fatiga, calambres, pérdida de apetito, deshidratación, diarrea. El organismo lo recibe en forma de sal de mesa o como cloruro sódico a través de numerosos alimentos.
- Yodo: Importante para la función tiroidea que regula el metabolismo celular. El yodo se encuentra en una pequeña proporción en la tiroides y en el plasma sanguíneo. Su ausencia motiva trastornos cardiacos y disminución de las actividades físicas e intelectuales.
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