Mejora tu sistema inmune en 7 pasos

Lo primero que hay que tener en cuenta para mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo está basado en tres claves fundamentales que son: una alimentación equilibrada, al menos 30 minutos diarios de actividad física y un estilo de vida saludable; pero nuestro ritmo de vida muchas veces nos impide realizar estos hábitos de manera constante, es por ello que nuestras defensas se ven perjudicadas y nuestra salud afectada.

1)      Grasas adecuadas:

Opta por las grasas insaturadas como el aceite de oliva o frutos secos, etc. y evita las grasas trans, presentes en los dulces, productos horneados y procesados, fritos y en la margarina.

2)      Menos carbohidratos, más proteínas:

Los carbohidratos son esenciales para aportar a nuestro cuerpo la energía, pero un exceso en nuestro organismo afecta los linfocitos y de allí surge la respuesta de nuestro sistema inmune. Las proteínas facilitan la producción de leucocitos, que defienden y protegen el sistema inmunitario.

3)      Debes estimularlo:

Para estimular tu sistema inmune no olvides agregar a tus comidas alimentos antioxidantes tales como las frambuesas, arándanos, la col, almendras, el ajo, té verde y también puedes agregar yogurt.

4)      No olvides las vitaminas:

Son fundamentales las vitaminas A, C, D y E y si agregas alimentos ricos en zinc y cobre, te sentirás mucho mejor.

5)      Ejercítate:

El ejercicio mejora tu salud cardiovascular, aumenta el flujo sanguíneo y fortalece tu sistema inmunológico. Recuerda hacerlo habitualmente 30 minutos al día como mínimo.

6)      El interior cuenta:

La actividad física, igual que el descanso mejora tu estado anímico, por lo tanto tu estrés disminuirá, ya que los niveles altos de estrés debilitan tu sistema inmune y puede causar complicaciones crónicas. No olvides dormir las horas reglamentarias para potencializar tu nivel de energía. Dormir es tan importante como el ejercicio.

7)      El mejor líquido para beber es el agua:

Recuerda beber 8 vasos al día, ya que mejora tu piel, tu función intestinal, da energía a tus músculos y te ayuda a eliminar toxinas.