Menú

 

Si analizamos a todos los seres vivos del planeta tierra se puede observar que todos se pueden encuadrar en dos formas generales de nutrición, es decir que podemos encontrar dos formas generales de obtención de sustancias nutritivas y de energía.

La eficiencia con que una persona convierte la energía de reserva de su organismo en otra depende siempre de cada organismo. Estas corresponden a la masa corporal, edad, sexo, estados biológicos (embarazo), efecto térmico del ejercicio y el cambio inducido por la propia ingestión.

La utilización diaria de energía se divide básicamente en tres partes:

La primera: es el índice metabólico de reposo y es la energía básica que necesita el organismo para las actividades elementales de todos los días; respirar circular nuestra sangre, digerir alimentos, pensar hablar, ect.

La segunda: es la necesidad para la actividad física que desarrollamos sea deporte, trabajo o estar en la casa, es decir un factor de actividad.

La tercera: daños o perjuicios que se dan a nuestro cuerpo, cuando aparecen enfermedades y hay que realizar operaciones.

Por lo anterior es mejor tratar de comer balanceadamente.

Por ejemplo

DESAYUNO

• 1 rodaja de piña, 1 yogur natural desnatado, 1 porción pequeña de pan integral, 2 torrejas de queso pasado por baño de maría.

MEDIA MAÑANA

• 1 manzana verde

ALMUERZO

• Un filete de pechuga de pollo (200 gramos), de preferencia a la plancha con poca sal se puede sazonar con especies (oregano, tomillo, jengibre…)
• 2 papas pequeñas cocidas
• Una porción de ensalada de habichuelas cocidas con zanahoria rallada, tomate y cebolla a la juliana una pizca de sal y zumo de limón.

MERIENDA

• Una aromática, 3  galletas integrales.

CENA

• Un pocillo de avena cocida en agua
• Una fruta

{jcomments on}