Pierde Grasa, No Músculo

Uno de los mayores defectos de las dietas reductivas es que favorece la pérdida de peso  no solo a costa de la grasa corporal, sino también de la masa muscular. Es decir que perder un kilogramo de peso no necesariamente es sinónimo de perder un kilo de grasa.

Un estudio hecho a largo plazo en Francia demostró que con algunas dietas reductivas comunes, de cada kilo que se rebaja se pierde medio kilo de grasa, un cuarto de agua y un cuarto de proteína muscular. O en el caso de dietas muy castigadas que se enfocan en reducciones rápidas, lo que se pierde es medio kilo de agua, un cuarto de grasa y un cuarto de proteína.

Ésta es una forma muy poco sana y efectiva, de adelgazar. Poco sana, porque produce deshidratación y debilitamiento (por perdida muscular). Y poco efectiva, porque el porcentaje perdido en forma de agua se puede recuperar fácilmente (bebiendo líquidos), y de ese modo también retorna parte del peso perdido.  ¿Ahora vez por qué hay tantas dietas inútiles?

Los planes de alimentación de MokanÁ están enfocados en reducir las calorías provenientes de alimentos poco sanos, y no disminuyen drásticamente el aporte calórico ni alguno de los grupos básicos de alimentos. Están balanceados de manera que se reciben diariamente todas las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas, los minerales, el agua y la fibra que el cuerpo necesita.