Prepárese para hacer Deporte

Hay una creencia generalizada en la sociedad y en el común de los no deportistas, que es la de que hacer ejercicio es una cosa muy sencilla consistente única y exclusivamente en planteárselo, sin necesidad de preparación ni diseño de un plan previo. Nada más lejos de la realidad. Para hacer deporte no basta con planteárselo ni con tener muy buenos propósitos, aunque nadie dude de que, por supuesto, ambas cosas sean necesarias.

Lo primero son las condiciones generales de cada uno; la edad, el peso, la complexión e incluso el sexo, condicionaran enormemente el ejercicio que se ha de realizar y la intensidad del mismo. Por otro lado, hay que ver las condiciones personales de cada uno: si se han hecho deporte los últimos meses, si se tiene tiempo la alimentación que se lleva, todo influye, ya que no se trata de hacer ejercicio unas horas al día, sino de armonizar en la medida de lo posible las actividades diarias.

Es cierto que hay varios aspecto de este análisis que no se podrán cambiar, pero hay otras que sí y es necesario trabajarlos para que el entrenamiento tenga significado. Resulta del todo inútil, por ejemplo, hacer varias horas de entrenamiento todas las semanas y luego alimentarse de pizza y hamburguesa. Los aspectos que no dependen de la voluntad (edad, horas libres, etc) también hay que tenerlos en cuenta para, a la hora de diseñar el entrenamiento, ser realista y no caer en el error de plantearse unos objetivos imposibles: si sus obligaciones personales y profesionales no le dejan mucho tiempo libre, no pretenda hacer dos horas diarias de entrenamiento.

Sea realista, pero sea también exigente; evite caer en el <<todo vale>>que, aunque parezca sencillo, no lleva a ninguna parte. Si se decide a iniciar un entrenamiento, póngase unos mínimos y procure que estos sean un poco ambiciosos. Uno de los peligros que existen en el auto entrenamiento y que debemos desterrar es creer que por que no hay un entrenador detrás se puede interrumpir el trabajo. Es frecuente   ver como los deportistas que entrenan solos se engañan a sí mismos para hacer menos ejercicios para dejarlo por un día.