#Salud Peso Bajo Control
El que tiene un par de kilos de más siempre oye cosas parecidas a: << ¡Debes adelgazar!>>. Quizá conteste con honestidad, consciente de su culpabilidad:<< ¡Si, por supuesto!>>. Pero en realidad lo que piensa es: << ¿Y cómo hacerlo? Es como si alguien me dijera que tengo que conseguir que mis pies sean más pequeños o algo parecido>>.
Vivir por encima de la relación de calorías de cada uno, es decir, quemar más calorías de las que se aportan puede ser un auténtico deseo, pero la mayoría de las veces no se puede conseguir. Los kilos de más son fastidiosos y el exceso de apetito nos agobia. ¡Hay que comer menos!
Pero ¿cómo se puede conseguir sin sufrir una caída en el rendimiento y estar constantemente de mal humor? Cuanto más estrictas sean las reglas de una dieta rígida, más padecerá el control biológico del <<automatismo>> que se refiere a los hábitos de comer. Incluso aunque la mente ponga su mejor voluntad, la mayoría de las veces el cuerpo es mucho más débil si el cerebro percibe la apremiante <<llamada>> de la comida.
Por eso puede ocurrir que incluso las personas con más autodisciplina puedan, al cabo de cierto tiempo, sentir flaquear su autocontrol a causa del hambre que les atormenta y acaban por ingerir mucha comida.
Una vez que ha fallado de nuevo el control sobre el hambre, mucha gente deseosa de adelgazar duda de su fuerza de voluntad y se ve afectada por la depresión. Se sienten, y son injustos con ellos mismos como unos completos fracasados. Es nuestro propio organismo el que, sirviéndose de trucos biológicos, genera las condiciones necesarias para la recaída.
Por lo tanto, lo mejor no es maquinar de inmediato una gran revolución en nuestra dieta, sino tratar de avanzar a pequeños pasos y, gracias a una serie de minúsculos cambios progresar poco a poco hacia un nuevo modo de vida más relajado, pero siempre complaciente con nuestra figura. Por lo tanto, lo mejor es que si se logra cambiar el comportamiento propio a base de pequeños y metódicos reajustes en nuestra vida cotidiana, aumentarán las
oportunidades de un éxito mantenido a la hora de bajar de peso, incluso sin que surja el <<Efecto yo-yo>>.