Trastornos del sueño

La vida moderna ha traído muchas comodidades a nuestras vidas sobre todo en cuanto a comunicación, tecnología y entretenimiento. Sin embargo, también ha impuesto una serie de retos para la salud debido al alto nivel de estrés que experimentamos buscando cubrir todas las necesidades que requieren nuestros seres queridos.

Al mismo tiempo, nuestro cuerpo está expuesto a ciertos componentes o ingredientes poco benéficos, como: grasas, conservantes, colorantes, saborizantes y edulcorantes, entre otros, con los cuales son procesados los alimentos. Muchas de esas sustancias son artificiales.

En cuanto al entorno, en las ciudades existe un índice de contaminación producto de las emisiones de gases, suministro de agua potable tratada previamente con químico y grandes cantidades de basuras que se generan en casa, oficinas y en la industria todos los días. La casa en donde vivimos se vuelve una extensión del entorno.

El estrés, la ansiedad o la depresión mas una mala alimentación, la falta de actividad física y una inadecuada hidratación, provocan diferentes malestares que se reflejan en trastornos del sueño. Un porcentaje importante en la sociedad tiene inconvenientes al dormir, sin embargo, lo minimizan considerándolo un problema menor. Algunas personas pretenden vivir con su trastorno y otros buscan soluciones en fármacos u otras alternativas. Lo anterior, se agrava si se combina con obesidad, hipertensión arterial y problemas cardiacos.

El entorno contaminado y nuestro estilo de vida nos aíslan de las fuentes naturales de energía restándonos vitalidad.

Como resultado de una baja vitalidad, una serie de malestares se reflejan al momento de dormir tales como, sueño ligero, ronquidos, apnea del sueño, sueño interrumpido, insomnio y mala regulación de la temperatura corporal dando como resultado bajo rendimiento escolar y laboral, accidentes domésticos, industriales y de transito, irritabilidad, mal humor, cansancio crónico, insatisfacción sexual, problemas serios de salud y un largo ect, que muchas personas padecen actualmente por no dormir bien.

En el sueño se refleja nuestra salud y calidad de vida. El entorno en el que nos devolvemos la forma como vivimos nuestras emociones y los hábitos que adquirimos, impactan la manera en que descansamos durante la noche. Un descanso profundo y reparador es producto de un buen equilibrio entre estos tres factores: entorno, hábitos y emociones. Un buen descanso contribuye a recuperar el balance que perdemos durante el día.