Aduéñese de su tiempo
De tanto ir tras del tiempo, éste se nos escapa. Nos sentimos vulnerables, incapaces de organizar nuestras jornadas y frustrados todo el tiempo por no haber cumplido nuestra tarea hasta el final. Es hora de reaccionar.
Cansancio e insatisfacción, la fatiga no se disuelve en una agenda saturada, ¡al contrario! Entre más trabajo nos cueste administrar nuestro tiempo, mas nos desgastará el cansancio. En la medida en que un día nos deja un sentimiento aún mas cansados ya que tenemos la sensación de que no pudimos con nuestra tarea, de que no podemos con nuestro contrato.
Pero si queremos lograrlo, debemos saber organizar nuestro tiempo, darle prioridad a nuestros quehaceres de manera razonable y concedernos espacios de descanso. Si no, todo se saldrá de control.
Pistas para reconciliarse con el tiempo que pasa… ¡muy de prisa!
ü Cada mañana haga una lista muy precisa de lo que tiene que hacer durante el día u cada vez que haya terminado una tarea, márquela. De esta manera podrá ver a qué velocidad avanza.
ü Aunque tenga por delante un trabajo colosal que le tome varios días, semanas o hasta meses, divídalo por días. ¡A cada día su afán!
ü Resérvese siempre dos pequeños espacios de tiempo libre. El primero es para usted, lo necesita para retomar fuerza (una breve relajación, una función de cine, una conversación, etc.…). En el segundo podrá incluir los imprevistos (siempre los hay).